miércoles, 28 de mayo de 2014

Gottfried Helnwein (II) [Fotografía]

Gottfried Helnwein
Fotografía / Photography

En Marzo de este año publiqué un post sobre la obra pictórica de este notable artista austríaco. Ahora pueden disfrutar de esta segunda parte dedicada a su trabajo como fotógrafo. Como podrán apreciar en muchas de estas imágenes, ambas vertientes están estrechamente ligadas temáticamente, pero además Gottfried es un gran retratista. Me remito al post anterior para más información e imágenes.

In March this year I published a post about the pictorial work of this remarkable Austrian artist. Now you can enjoy this second part dedicated to his work as a photographer. As you can see in many of these images, both aspects are closely linked thematically, but Gottfried is also a great portraitist. I refer to the previous post for more info and images.
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"Autorretrato / Self-Portrait", 1984

"Charles Bukowski", silver print, 99 x 66 cm., 1991. 
San Francisco Museum of Modern Art (Estados Unidos / USA)

«Mirando los retratos de Gottfried Helnwein, volvemos a experimentar del shock de lo nuevo, una visión sin precedentes de la persona opuesta. He observado a mucha gente enfrentada a estos retratos por primera vez, y una y otra vez podrían experimentar sorpresa, la intensidad de la experiencia y la fascinación. Los retratos de Helwein pueden verse como con la misma sustancia de los de Cindy Sherman; ella veía los suyos como un discurso visual con su tiempo a través del ejemplo de su propio ser, o los de Joel Peter Witkin, quien rastrea las heridas que una persona ha experimentado. En sus autorretratos, vendajes y lesiones, Gottfried Helnwein persigue temas similares y asimismo en sus Rostros él no busca la superficie sino que se encuentra con el individuo. En esta serie de obras conocemos gente que hemos visto incontables veces en fotografías, aunque podríamos conocer ahora por primera vez, o, al menos, nunca hemos visto tan al alcance de la mano. 
Así encontramos a Andy Warhol, el showman del autorretrato que realizó incontables "últimas imágenes" de sí mismo antes de su muerte, en una pose que de hecho no evoca un estado terminal; Arno Breker únicamente con un retrato de Joseph Beuys en sus manos. Carl Barks, el dibujante que hizo al Pato Donald, se presenta con una sonrisa malévola, no muy diferente a las de sus propias caricaturas. William S. Burroughs nos enfrenta a punta de pistola, mirando desde detrás del arma amenazadoramente vigilante, como si nosotros fueramos su víctima. Roland Topor mira al cielo enigmáticamente, con los ojos muy abiertos. Lech Wałęsa, hacia la derecha del borde de la imagen, llena el cuadro con su inflada gordura de autosatisfacción y el rostro exhausto de Charles Bukowski es más un paisaje de cráteres envueltos en el humo del cigarrillo.»
"Helnwein - Faces", Edición Stemmle, Reinhold Misselbeck, Curador de Fotografía y Nuevos Medios, Museo Ludwig, Cologne, Enero, 1992.
Texto completo (en inglés) aquí.

"Niño 1 y Niño 3 / Child 1 and Child 3", cada una / each 250 x 370 cm., 1988

«Lo que hace significativo al arte de Helnwein es su habilidad para hacernos reflexionar emocional e intelectualmente sobre los sumamente expresivos temas que escoge. Mucha gente siente que el museo debe ser un refugio en el cual experimaentar una belleza tranquila, divorciada de la grosería del mundo. Esta noción subestima los propósitos del arte, la función de los museos y la curiosidad intelectual del público. "El niño: Obras de Gottfried Helnwein" inspirará e iluminará a muchos, y seguramente también perturbará a algunos. No es sólo un derecho sino una responsabilidad del museo presentar arte que trate de temas importantes y a veces controvertidos de nuestra sociedad.»
Harry S.Parker III, Director de Museos, Museos de Bellas Artes de San Francisco, sobre la muestra "El niño: Obras de Gottfried Helnwein", Agosto, 2004.
Texto completo (en inglés) aquí.

"James Brown", 1993

"La última cena (La evidencia de la existencia de Dios) / 
Last Supper (The Evidence for the Existence of God)",1987

«Cuando miro una obra de arte me pregunto: ¿Me inspira, me toca o conmueve, aprendo algo de ella, me sobrecoge o me asombra; quedo excitado, perturbado? Y esta es la prueba que cualquier obra de arte debe pasar: ¿puedo crear un impacto emocional en un ser humano, incluso aunque no tenga educación o información teórica sobre arte? Siempre he tenido problemas con el arte que sólo puede ser comprendido por alguien con un título en historia del arte, y tengo problemas con las teorías. La mayoría de ellas son pura mierda. La mayoría de los críticos y teóricos tienen muy poco respeto por el arte y los artistas, y creo que la importancia de la teoría en el arte está absolutamente sobrevalorado. El arte real es evidente por sí mismo. El arte real es intenso, encantador, excitante e inquietante; tiene una calidad y una magia que no se puede explicar. El arte no tiene lógica, y si quieres experimentarlo, tu mente y pensamiento racional te serán de poca ayuda. El arte es algo espiritual que sólo puedes experimentar con tus sentidos, tu corazón y tu alma.» G.H.
De "Entrevista con Gottfried Helnwein", Brendan Maher, Revista Start, Artes y Cultura del Sudeste, Irlanda, 24 de noviembre, 2004

"Sueño moderno 9 / Modern Sleep 9", 2004

Inocencia e inocencia traicionada.
El niño, para Helnwein, es el símbolo de la inocencia, pero también de la inocencia traicionada.
El el mundo de hoy, las fuerzas malévolas de la guerra, pobreza, explotación sexual, y la entumecedora y depredadora influencia de los medios modernos, atacan la virtud de los niños. Helnwein (que se crió en Austria en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, en la sombría atmósfera de un país derrotado que había abrazado el Nazismo) tiene un vínculo emocional con los niños a los que se les robó la experiencia de una niñez sin traumas. Desde sus obras más tempranas, ha asociado a los niños con el dolor o la sugerencia del dolor. Los niños heridos se han convertido para él en una metáfora del caos de un mundo vacío emocionalmente.
Frecuentemente sus obras sugieren a los espectadores que están siendo testigos de una escena que tiene lugar en medio de un drama inquietante, que a veces se acentúa por la inclusión de oficiales y símbolos nazis. El drama, sin embargo, se presenta sin narrativa, lo cual crea el incómodo efecto de hacer surgir pero no responder interrogantes difíciles. La tensión así creada coloca al observador en la posición de tener que examinar sus propias respuestas ante imágenes ambiguas.
Texto completo (en inglés) aquí.

"Sueño moderno 5 y 6 / Modern Sleep 5 & 6", 2004

Innocence and the Betrayal of Innocence
The child, for Helnwein, is the symbol of innocence, but also innocence betrayed. 
In today’s world, the malevolent forces of war, poverty, sexual exploitation, and the numbing predatory influence of modern media assault the virtue of children. Helnwein--who grew up in Austria in the years following World War II in the somber atmosphere of a defeated country that had embraced Nazism--has an emotional tie to children who have been robbed of experiencing childhood without trauma. Since his earliest works, he has linked children with pain, or the suggestion of pain. The wounded child became for him a metaphor for the chaos of an emotionally vacant world. 
Frequently his works suggest to viewers that they are witnessing a scene taking place in the midst of a disturbing drama that is sometimes heightened by the inclusion of Nazi officers or Nazi symbols. The drama, however, is presented without narrative, which creates the uncomfortable effect of raising but not answering difficult questions. The tension thus created puts the viewer in the position of having to examine his or her own responses to provocative and ambiguous vignettes.
Full text here.

"El estreno / The Debut", 1987

"Marilyn Manson, La Edad de Oro del Grotesco 1 / The Golden Age of Grotesque 1"
130 x 200 cm., 2003

"La Edad de Oro / The Golden Age", 2003


«Looking at Gottfried Helnwein's portraits, we once again experience the shock of the new, of an unprecedented view of the person opposite. I have observed many people confronted with these portraits for the first time and again and again they would show surprise, intensity of experience and fascination. Helnwein's portraits can be seen as of the same substance as Cindy Sherman's, she seeing hers as a visual discourse with her times through the example of her own being, or Joel Peter Witkin's, who traces the injuries a person has experienced. In his self-portraits, bandagings and woundings Gottfried Helnwein pursues similar themes and in his Faces, too, he does not seek the surface but encounters with the individual. In this series of works we meet people we have seen untold times in photographs, yet we could be meeting them now for the first time or, at least, feel we have never seen them so close at hand.
Thus we find Andy Warhol, the self-portraying showman who had countless "last pictures" taken of him before he died, in a pose which does indeed recall a terminal stage; Arno Breker appears, with, of all things, a Joseph Beuys portrait in his hands. Carl Barks, the draughtsman who drew Donald Duck, is presented with a mischievous grin, not so different now from his own cartoon figures. William S. Burroughs faces us at gunpoint, peering from behind the pistol now menacingly watchful, now as if he were his own victim. Roland Topor peer enigmatically heavenward, eyes huge. Lech Wałęsa, cut at the edge of the picture to the right, has outgrown the format with his fat self-satisfying inflatedness, and Charles Bukowski's lifeworn face is more like a landscape of craters swathed in cigarette smoke.»
"Helnwein - Faces", Edition Stemmle, Reinhold Misselbeck, Curator for Photography and New Media, Museum Ludwig, Cologne, January, 1992.
Full text here.

"Niño 5 y Niño 6 / Child 5 and Child 6", cada una / each 250 x 370 cm., 1988

«What makes Helnwein’s art significant is its ability to make us reflect emotionally and intellectually on the very expressive subjects he chooses. Many people feel that museums should be a refuge in which to experience quiet beauty divorced from the coarseness of the world. This notion sells short the purposes of art, the function of museums, and the intellectual curiosity of the public. The Child: Works by Gottfried Helnwein will inspire and enlighten many; it is also sure to upset some. It is not only the right but the responsibility of the museum to present art that deals with important and sometimes controversial topics in our society.»
Harry S.Parker III, Director of Museums, Fine Arts Museums of San Francisco, on the show The Child: Works by Gottfried Helnwein, August, 2004
Full text here.

"Arno Breker sosteniendo una imagen de / holding a picture of Joseph Beuys", Düsseldorf, 10 May 1988

"Sol Niger II", 1987

"Marilyn Manson, La Edad de Oro del Grotesco II / The Golden Age of Grotesque II"
130 x 200 cm., 2003

"Andy Warhol", 1983

«When I look at a work of Art I ask myself: does it inspire me, does it touch and move me, do I learn something from it, does it startle or amaze me - do I get excited, upset? And this is the test any artwork has to pass: can it create an emotional impact on a human being even when he has no education or any theoretical information about art? I’ve always had a problem with art that can only be understood by somebody with a degree in art history, and I have a problem with theories. Most of them are bullshit anyway. Most critics and theorists have little respect for art and artists, and I think the importance of theory in art is totally overrated. Real art is self-evident. Real art is intense, enchanting, exciting and unsettling; it has a quality and magic that you cannot explain. Art is not logic, and if you want to experience it, your mind and rational thinking will be of little help. Art is something spiritual that you can only experience with your senses, your heart, your soul.» G.H.
From "Interview with Gottfried Helnwein", Brendan Maher, Start Magazine, Arts and Culture of the South East, Ireland, November 24, 2004

"Sin título / Untitled", polaroid, cada una / each 70 x 52 cm., 1987


Rammstein, "Portada del álbum / Album Cover Sehnsucht", 1997

Gottfried Helnwein en "El Hurgador" / in this blog:
[Te Recomiendo (II)], [Gottfried Helnwein (Pintura)], [Asonancias (XV)]

Se puede obtener más información y disfrutar de la obra de Gottfried en / 
You can get more information and enjoy Gottfried's work in:

William Burroughs en "El Hurgador" / in this blog[Aniversarios Fotografía (CXLII)]
Charles Bukowski en "El Hurgador" / in this blog: [Alan Derwin (II) (Pintura)], [Aniversarios Fotografía (CLXXXVIII)]
Leni Riefenstahl en "El Hurgador" / in this blog: [Willy Zielke (Fotografía)][Aniversarios Fotografía (XXX)]
Andy Warhol en "El Hurgador" / in this blog: [Todos los enlaces / All links]

Imágenes publicadas con autorización del artista (¡Muchas gracias, Gottfried!)
Agradezco también a Renate y Cyril.
Images published here with artist's permission (Thanks a lot, Gottfried!)
Thanks also to Renate and Cyril.

2 comentarios:

  1. Estas imágenes como que te teletransportan a otros mundos con otras visiones...

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  2. Impresionantes las fotos de este blog. voy a hurgar más por aquí.

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